Náquera, un feudo de la extrema derecha española que quiere "orden" y "moral"
La bandera arcoíris LGTB fue la primera víctima con la llegada al poder de la extrema derecha en Náquera, un feudo de los ultraconservadores en España que pide "orden" frente al "anarquismo" de la izquierda, sus pactos con independentistas y su agenda social.
Esta localidad cercana a Valencia (este) de 7.700 habitantes, el municipio más poblado con un alcalde del partido Vox desde las municipales y regionales de finales de mayo, se convirtió en "campo de pruebas" de los ultranacionalistas de cara a las elecciones generales del 23 de julio.
Así, el nuevo ayuntamiento de Náquera decidió vetar las banderas LGTB de los edificios públicos, cuando iba a celebrarse el Día del Orgullo.
Una decisión que aplaude Jesús Gómez, un jubilado de 80 años que votará por Vox en las generales, cuando según encuestas ganará el Partido Popular (PP, conservadores), pero podría necesitar el apoyo de la extrema derecha para formar gobierno.
"Pararemos" al gobierno de izquierda de Pedro Sánchez "porque este progresismo es un anarquismo total y absoluto", dice el hombre de pelo blanco, anteojos y pulsera con la bandera de España, quien rechaza celebraciones como las del Orgullo.
Antes votaba por el PP, pero ese partido lo "ha desengañado completamente" al titubear en valores conservadores, explica Jesús, mientras que Vox, fundado en 2013 por exmiembros del PP, representa -según dice- el "orden" y "la moral".
- "Volver al pasado" -
Hablando frente al ayuntamiento de Náquera, ubicada en las faldas de la Sierra Calderona, Juan Cano rechaza los pactos del gobierno de Sánchez con partidos regionales independentistas para aprobar leyes en el Congreso.
"A mí no me gustan los acuerdos que ha habido con ciertas personas", especialmente con el partido Bildu, considerado heredero de la vitrina política de la banda separatista vasca ETA, dice este funcionario de 65 años vestido de camisa clara en este día de verano.
"Tanto criticar a la extrema derecha (...) pero con la extrema izquierda" sí se puede pactar, ironiza.
La postura del alcalde Iván Expósito -quien no respondió a varias solicitudes de la AFP para entrevistarlo- provocó una reacción en Náquera, donde decenas de balcones se vistieron con la bandera arcoíris y centenares de personas recorrieron sus calles el 28 de junio, Día del Orgullo.
En esa manifestación LGTB participó Francisco Pérez, quien, tras haber vivido "sin problemas" con su marido en Náquera por más de una década, percibe ahora un ambiente "bastante hostil".
"Afloran en mí todos los viejos recuerdos de la infancia, cuando tú ibas por la calle e ibas con miedo (...) Creo que ahora vamos a volver al pasado y la situación va a estar muy complicada (...) Si pudiera, me largaba de aquí", dice este empleado de hostelería de 58 años.
"Náquera está siendo un campo de pruebas, porque es uno de los pueblos más grandes donde están gobernando y creo que lo que están haciendo aquí" se trasladará "a nivel nacional" si llegan al gobierno, advierte el jefe de la oposición en la localidad, el socialista Víctor Navarro.
- "Restaurar la libertad" -
Varios de los 140 municipios gobernados por Vox en solitario o en coalición eliminaron concejalías de igualdad o de medio ambiente, han obviado cualquier mención a violencia de género y han subrayado el respeto de las tradiciones.
Incluso en Valdemorillo (región de Madrid), fue cancelada una representación de "Orlando" de Virginia Woolf, sobre un hombre que se transforma en mujer, y, en Santa Cruz de Bezana (Cantabria), la proyección de la película de Disney "Lightyear", que muestra un beso entre dos mujeres.
Vox, que también gobierna con la derecha en 3 de las 17 regiones del país, es transparente en su programa para las generales: propone derogar las leyes de violencia de género, derechos LGTB, aborto, eutanasia, pero también otra que busca rehabilitar a las víctimas de la dictadura de Francisco Franco (1939-1975).
También promete ilegalizar partidos independentistas o proteger "el estilo de vida" de la "España rural" defendiendo sus "eventos religiosos" y "tradiciones populares", como las corridas de toros.
Unas ideas que le han permitido mostrarse como el partido que "va a restaurar la libertad" frente a una izquierda "inquisitorial que juzga a la gente, su modo de vivir, sus aficiones", explica Guillermo Fernández Vázquez, profesor de Ciencia Política en la Universidad Carlos III de Madrid.
Un éxito que catapultó a Vox de ser casi marginal en 2017 a tercera fuerza en el Congreso en noviembre de 2019 tras socialistas y conservadores.
Resta ver qué ocurrirá el 23 de julio: de 52 de 350 diputados del Congreso que obtuvo en 2019, podría ahora quedarse en unos 40, pero aunque con menos representación, podría ganar poder si termina entrando al gobierno con el PP.
A.Wulhase--HHA