Árabes y musulmanes de EEUU temen ser estigmatizados "como después del 11-S"
En los días posteriores al sangriento ataque de Hamás contra Israel, muchos árabes y musulmanes estadounidenses se sintieron bajo sospecha, como después de los atentados del 11 de septiembre de 2001. Una sensación que se agravó con el asesinato a puñaladas de un niño de origen palestino.
Wadea Al Fayum, de seis años, fue apuñalado 26 veces el sábado por un septuagenario que alquilaba una vivienda a su familia, según las autoridades, que lo acusaron de un crimen de odio.
El hombre gritó "vosotros, los musulmanes, debéis morir" a la madre del niño, que resultó herida de gravedad, según mensajes de texto que ella envió al padre, citados por el Consejo de Relaciones Estadounidenses-Islámicas (CAIR).
Según la policía, Wadea y su madre fueron atacados "porque son musulmanes y por el conflicto en curso en Oriente Medio" entre el grupo islamista palestino Hamás y los israelíes.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que ha dado su apoyo inquebrantable a Israel, dijo estar "horrorizado" y reiteró que rechaza la islamofobia.
El pequeño "pagó el precio de la atmósfera de odio y de deshumanización", denunció Ahmed Rehab, jefe de la oficina del CAIR en Chicago.
"Advertimos que no se cometiera el mismo error que después del 11 de Septiembre (...). Pero ahí vamos", lamentó.
- Ansiedad -
Sarah Suzuki Harvard, de 30 años, se crió en Plainfield, donde fue asesinado Wadea Al Fayum.
"Estamos volviendo a los niveles de islamofobia del 11 de Septiembre, y no hace más que empeorar", escribió en X (antes Twitter).
Esta joven, de padre marroquí y madre japonesa, recuerda el ambiente enrarecido de los años posteriores a los atentados de 2001 contra las Torres Gemelas de Nueva York, y el "acoso" del que fue testigo cuando era niña.
Fue tan extremo, explica a la AFP, que su familia decidió cambiar de apellido para evitar la discriminación.
Cuando se enteró del asesinato del niño, sintió "mucho dolor y tristeza". "Tuve miedo, porque mi familia vive allí".
"Le envié un mensaje de texto a mi padre, diciéndole: 'ten cuidado por favor cuando vayas a la mezquita, te quiero, y diles lo mismo a mí tío y mi tía'", añade Sarah Suzuki Harvard.
Zenjabela, una neoyorquina de origen palestino de 23 años que prefiere no dar su nombre completo, cuenta que notó "hostilidad" hacia ella y que algunas personas se metieron con vecinos de su barrio por decir "Assalamou Alaykom", un saludo en árabe que significa "La paz sea con vosotros".
"Yo nunca había sentido tanta ansiedad sobre la percepción de los musulmanes, los palestinos y los árabes en general", declaró a la AFP.
- "Todos antisemitas" -
En este clima tenso, algunos altos cargos estadounidenses hicieron declaraciones consideradas incendiarias.
"Estados Unidos no debería participar en la ayuda a Gaza por la misma razón que no proporcionó ayuda a la Alemania nazi", escribió el senador conservador Tom Cotton en X.
El gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis, candidato a la Casa Blanca, estimó que Estados Unidos no puede aceptar refugiados originarios de la Franja de Gaza porque "todos son antisemitas".
"Qué discurso tan increíblemente peligroso y destructivo", comentó en CNN la congresista de izquierda Alexandria Ocasio-Cortez.
"Acabamos de tener a un niño de seis años apuñalado 26 veces por discursos como este (...). Esto es inaceptable", sentenció.
Aya Hijazi, una estadounidense de 36 años, de madre egipcia y padre libanés, dice sentirse "silenciada y demonizada".
"Básicamente tenemos que demostrar que no somos terroristas", declaró a la AFP.
Y aunque "le gusta ponerse la kufiya", el pañuelo blanco y negro símbolo de la causa palestina, dice que desde el asesinato del niño se lo piensa dos veces.
"Ahora soy madre ¿estoy poniendo a mi hija en peligro?", se pregunta esta habitante de Virginia (este).
X.Nguyen--HHA