La comunidad judía de Londres, con los nervios de punta
La comunidad judía de Londres tiene los nervios de punta desde el ataque de Hamás a Israel, por el aumento de actos antisemitas, que han hecho que se aumente la seguridad en sinagogas, escuelas y otros edificios religiosos.
"La gente se siente muy vulnerable, tiene miedo y los incidentes antisemitas alcanzan récords", asegura Raymond Simonson, el director del centro cultural JW3.
En Reino Unido, donde los judíos no vivieron la Shoah, contrariamente a Europa continental donde fueron masacrados por los nazis, los nervios de la comunidad están a flor de piel desde el ataque de Hamás en Israel.
"Hemos duplicado nuestros equipos de seguridad. La policía ha cuadruplicado sus visitas estas últimas tres semanas para asegurarse de que estamos bien. Cada sinagoga, cada edificio judío ha reforzado su seguridad", continúa Simonson mientras presenta la instalación "La mesa vacía del sabbat", destinada a recordar a los más de 230 rehenes de Hamás.
"El sabbat es un momento de paz y es algo que respeto con mi familia todos los viernes. Ahora me doy cuenta de que lo daba por sentado", cuenta Simonson con la voz quebrada.
Alrededor de una inmensa mesa hay más de 200 sillas vacías, incluyendo sillas de bebé, y sobre cada una se lee el nombre, la edad y la nacionalidad de los cautivos, así como la palabra "secuestrado".
Más de 1.400 personas murieron del lado israelí el 7 de octubre por comandos de Hamás, esencialmente civiles, según las autoridades israelíes, que han identificado también cerca de 230 rehenes secuestrados por el movimiento islamista.
El ministerio de Salud de Hamás afirma que más de 8.300 personas, la mayoría civiles, han sido asesinadas en el territorio palestino por los bombardeos lanzados por Israel en respuesta al ataque.
A pesar del refuerzo de las medidas de seguridad; más de 400 actos delincuenciales antisemitas se han registrado este mes en Londres, frente a 28 en el mismo periodo del año pasado, según la policía. Los actos islamófobos también se han acrecentado, pasando de 65 a 174 en el mismo periodo, lo cual es un signo de las tensiones actuales.
- "Conmocionados" -
Los judíos británicos están "conmocionados", "todavía como anestesiados y agotados. Pasan tanto tiempo contactando a sus amigos y miembros de sus familias en Israel diariamente, atentos a las últimas noticias, preocupándose por sus niños", agrega Simonson.
Marielle A., analista de 49 años para un banco privado y quien se rehúsa a dar su apellido por seguridad, se siente atrapada en un ambiente "muy ansiogénico".
"En la escuela secundaria de nuestras hijas, el director y los miembros del equipo pedagógico se estacionan a lo largo del camino entre el metro y la escuela" para estar seguros de que las niñas no son agredidas, continúa.
Varias escuelas judías han cerrado brevemente sus puertas en la capital británica. Las sinagogas y las escuelas religiosas llamaron a más voluntarios para reforzar sus rondas de vigilancia.
En el barrio multicultural de Stamford Hill, donde cohabitan judíos ortodoxos y musulmanes, el grupo de seguridad local Shomrim, que en hebreo significa los guardias, alargó sus horarios de patrullaje.
"La gente es más sensible y se siente más vulnerable" en este momento, admite Rabbi Hershel Gluck, presidente de Shomrim, más aún porque muchos de ellos son descendientes de víctimas del holocausto.
Aunque dice temer el acto de un eventual "lobo solitario", se apresura a recordar que los judíos y musulmanes viven armoniosamente en Londres. "En esta calle, muestra, hay una decena de sinagogas, de colegios judíos y una mezquita, un centro cultural musulmán y una escuela musulmana".
"La gente convive sin tensiones, gracias a Dios", dice. "Creo que esto es una inspiración para muchos otros lugares".
"La gran mayoría de musulmanes de este país no son simpatizantes de Hamás", insiste.
H.Beehncken--HHA