Hamburger Anzeiger - La trabajosa lucha de Benín contra la erosión costera

La trabajosa lucha de Benín contra la erosión costera
La trabajosa lucha de Benín contra la erosión costera / Foto: YANICK FOLLY - AFP

La trabajosa lucha de Benín contra la erosión costera

En la costa de Benín, las olas desgastan sin parar las tierras del litoral. Este país de África occidental ha invertido estos últimos años grandes sumas para salvar las zonas vulnerables, pero por ahora el mar está ganando la batalla.

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"El mar avanza considerablemente. Se tienen que hacer dragados o bloquearlo, si no avanzará siempre. He visto muchas veces el agua invadir el barrio", explica indignada Doris Alapini, en la larga playa de Cotonú.

Vive desde hace 27 años en el barrio JAK, uno de los más antiguos y acomodados de la capital económica de Benín. En él abrió uno de los mayores restaurantes, actualmente muy deteriorado debido al avance del mar.

Cada año, las aguas inundan la localidad bajo la mirada impotente de la población.

Desde 2002, Benín perdió kilómetros de costa, reconoce Esquill Outiclissou, de la dirección general de medioambiente y clima. "El Estado no se ha quedado de brazos cruzados, ha levantado obras de protección y rompeolas", afirma.

En estos últimos años, se han invertido casi 100.000 millones de francos CFA (más de 160 millones de dólares) para la protección de la costa y se ha podido frenar un poco la erosión, asegura.

África se encuentra en primera línea frente al cambio climático, aunque es el continente que menos contribuye en emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial.

Benín y sus vecinos de litoral, Togo y Ghana, así como las islas del Pacífico y ciudades costeras del Sudeste Asiático están amenazadas por la subida de las aguas.

- "El mar avanza y destruye" -

Raymond Mekpé, pescador de 40 años oriundo de Cotonú, ya no cree en la intervención de los poderes públicos.

"Las viviendas de mis abuelos y mis padres se encontraban en este lugar", dice, señalando un punto en el mar. "Nosotros jugábamos en alguna parte de aquí en nuestra infancia", añade, indicando otra zona donde rompen las olas.

Benín pierda cada año 30 metros de su costa, según el doctor Cossi Georges Dêgbé, oceanógrafo.

"Es realmente grave. Y si no hacemos nada, de aquí a unos años vamos a perder la carretera interestatal Cotonú Porto-Novo", advierte este hombre de 51 años. "Cuando ponemos obras de protección, en un lugar preciso, sólo estamos desplazando el fenómeno", dice.

Para Esquill Outiclissou, el gobierno tiene que responder segmento a segmento, pero las zonas vulnerables están siendo analizadas y "serán tratadas cuando sea el momento".

En total, se construyeron 13 instalaciones en el este de Cotonú, explica. Desde entonces, la erosión se redujo, según él.

Pero para los vecinos, estas medidas no son suficientemente rápidas.

"En el tiempo que toman para encontrar financiación, el mar avanza y destruye", critica Doris Alapini.

- Visión regional -

"Los esfuerzos que se han hecho no son suficientes y la población todavía no es consciente de la importancia del fenómeno en los próximos años", alerta Alain Tossounon, especialista en temas de agua, medioambiente y clima.

Benín no es el único país afectado. Se trata de un fenómeno regional que se observa a lo largo de las costas occidentales africanas, coinciden los expertos.

En opinión de Tossounon, "se tiene que plantear una estrategia regional para frenar el avance de las olas".

El científico propone que los países actúen al unísono y cita como ejemplo el caso entre Benín y Togo, que han acabado poniéndose de acuerdo en un programa subregional para varias instalaciones.

E.Gerber--HHA