La disparada de los precios afecta los preparativos del Ramadán en el mundo musulmán
La invasión rusa de Ucrania a finales de febrero exacerbó los problemas alimentarios de algunos países de África y Oriente Medio y afecta los preparativos del Ramadán, el mes de ayuno musulmán que comienza el fin de semana y en el que las mesas están tradicionalmente repletas al caer la noche.
Los fieles, que tradicionalmente rompen el ayuno al anochecer con suntuosas comidas familiares, tienen ahora dificultades para costear los productos básicos ante la subida de los precios de los alimentos y del combustible.
"Los altos precios están afectando y estropeando el ambiente del Ramadán", dijo a la AFP Sabah Fatoum, residente en la Franja de Gaza, objeto del bloqueo de Israel, donde los precios se han disparado hasta un 11%, según las autoridades palestinas.
"Hemos oído que los precios volverán a subir durante el Ramadán, es una carga para la gente", añadió este hombre de 45 años.
Rusia y Ucrania se encuentran entre los principales exportadores mundiales de productos agrícolas, como el trigo, el aceite vegetal y el maíz.
Pero la interrupción de los flujos de exportación como consecuencia del conflicto entre los dos países hace temer hambrunas, especialmente en Oriente Medio y África.
En Yemen, el país más pobre de la península arábiga y asolado por la guerra desde 2014, ya se notan las consecuencias.
En la capital, Saná, Mohsen Saleh recuerda que, aunque los precios suben cada Ramadán, "este año han subido como la espuma".
"La situación económica es muy difícil. La mayoría de la gente en Yemen es pobre y está al límite, no puede seguir el ritmo", dice este hombre de 43 años.
- Ramadán frugal -
En Siria, escenario de una guerra desde 2011 que ha dejado a cerca del 60% de la población en situación de inseguridad alimentaria, el Ramadán será aún menos festivo este año.
El aceite de cocina se vende en cantidades limitadas y su precio se ha más que duplicado desde la invasión de Ucrania.
El gobierno sirio, que depende en gran medida de Moscú para la importación de trigo, también está racionando el trigo, el azúcar y el arroz por temor a la escasez.
"Pensé que el pasado Ramadán iba a ser el más frugal, pero parece que este año tendremos que retirar aún más platos", dijo Basma Shabani, de 62 años.
Las organizaciones benéficas de Túnez, que intensifican la recogida de alimentos para las familias necesitadas en vísperas del Ramadán, se están quedando sin donaciones debido al empeoramiento de la situación socioeconómica.
"Normalmente tenemos el carro lleno al cabo de una hora, este año no es así", dijo a la AFP Mohamed Malek, un estudiante voluntario de 20 años de una asociación.
"Incluso hay gente que nos ha dicho 'primero busquemos comida para nosotros'", explicó.
La misma situación se da en Líbano, que desde 2019 sufre la peor crisis económica de su historia.
"La fuerte solidaridad que entra en acción, especialmente durante meses como el Ramadán, se pondrá a prueba este año", dijo a la AFP Bujar Hoxha, director de la oenegé Care International en el Líbano.
"La hiperinflación y el aumento de los precios de los alimentos en los mercados locales dificultan el tan esperado mes del Ramadán para muchos libaneses", aseguró.
En Egipto, el mayor importador de trigo ruso y ucraniano, el presidente Abdel Fattah Al Sisi ordenó limitar el precio del pan no subvencionado después de que su precio subiera un 50%.
La moneda local también perdió un 17% de su valor este mes.
"Si antes alguien compraba tres kilos de verduras, ahora solo compra uno", dice Oum Badreya, una vendedora ambulante del oeste de El Cairo.
Somalia, sumida en una insurgencia islamista y que sufre su peor sequía en 40 años, también se prepara para un Ramadán sombrío.
El Ramadán "será muy diferente porque los precios del combustible y de los alimentos se están disparando", dijo Adla Nour, un residente de Mogadiscio.
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J.Burmester--HHA