La oposición de Hong Kong se desvanece en la maraña judicial
Después de más de un año esperando un juicio bajo la draconiana ley de seguridad nacional, destacados activistas prodemocracia de Hong Kong se desvanecen de la esfera pública mientras sus abogados empiezan a perder fe en los tribunales.
El grupo de 47 detenidos es parte del núcleo del movimiento democrático que promovió las grandes protestas de 2019: desde antiguos y veteranos diputados a jóvenes y fogosos activistas, pasando por líderes comunitarios, universitarios o sindicalistas.
Acusados de subversión, la mayoría han estado en prisión preventiva durante más de un año o en libertad condicional pero sin poder hablar con la prensa a la espera del juicio que no está previsto hasta, al menos, el año 2023.
"La fiscalía y el tribunal invisibilizan a los acusados", declaró a AFP el jurista Eric Lai, de la Universidad de Georgetown.
"Los procedimientos deberían ser más abiertos y transparentes para que el público pueda ver cómo el tribunal trata estos casos y cómo protege la integridad del proceso", añadió.
El público está autorizado a asistir a las audiencias preliminares, de las que ya ha habido una veintena, pero la cobertura suele estar limitada a la difusión de los nombres, las fechas de la audiencia y las decisiones del juez.
Estas limitaciones suelen imponerse para proteger la presunción de inocencia de los acusados pero, en este caso, son ellos mismos quienes reclaman más transparencia en el proceso y es el tribunal que no lo acepta.
"Es su juicio. Tienen la autonomía para tomar la decisión informada de no aceptar los arreglos aprobados para supuestamente protegerlos", dijo el jurista independiente Wong Kai-yeung.
- "Frustrados y vencidos" -
Bajo la ley de seguridad nacional impuesta por Pekín en 2020, que ha provocado la inculpación de unas 170 personas, los 47 activistas fueron detenidos acusados de subversión por la organización de una votación no oficial para elegir a los candidatos de la oposición.
Su juicio se considera una prueba para la reputación y la independencia del sistema judicial de Hong Kong, herencia colonial británica y antes respetado internacionalmente, pero ahora cuestionado ante la creciente represión en el territorio.
Cuatro abogados conocedores del proceso declararon a AFP que los acusados están cada vez más exasperados y consideran vagas las acusaciones contra ellos. Todos ellos pidieron hablar bajo anonimato para poder expresarse libremente.
"Algunos acusados tienen la impresión que el tribunal, la acusación y todo el procedimiento se la está jugando (...) Piensan que es una impostura", afirmó un letrado.
"Hay una desconfianza general sobre la imparcialidad del procedimiento", añadió otro.
Los mismos letrados se declaran frustrados por el procedimiento, acusando a la fiscalía de no divulgar pruebas esenciales o modificando frecuentemente los cargos acusatorios.
Aunque el poder judicial no hizo ningún comentario al respecto, el ministerio de Justicia de la ciudad aseguró que "se posicionaba firmemente" contra las críticas vinculadas al proceso.
"Cualquier acusación de que la fiscalía se aprovecha de las restricciones en materia de comunicación está fundada en una concepción errónea de la razón de estas restricciones o en la mala fe", indicó.
Pero Chan Po-ying, militante y esposa del exlegislador Leung Kwok-hung, aseguró que esta falta de informaciones "aumentaba la presión sobre los acusados". "Como la atención pública se debilita, pueden sentirse frustrados y vencidos".
Emilia Wong, pareja del militante detenido Ventus Lau, aseguró que los acusados se sentían "agotados" y silenciados. "Es lo que las autoridades quieren: minimizar la influencia de los acusados", afirmó.
E.Borstelmann--HHA