Con polémica y tras 25 años, Indonesia vuelve a tener GP de motos
Indonesia albergará el domingo por primera vez desde hace 25 años un Gran Premio de motociclismo sobre el nuevo circuito de Mandalika, que ha suscitado la polémica por la calidad de su asfalto y su impacto ecológico y social.
Según se acerca el GP de MotoGP, el entusiasmo es palpable, de la calle al palacio presidencial del archipiélago del sudeste asiático, donde los aficionados a las motos son legión.
Para esta segunda carrera de la temporada, luego del Gran Premio de Catar conquistado por el italiano Enea Bastianini hace dos semanas, los pilotos se enfrentarán en un circuito de 4,3 kilómetros con 17 curvas trazadas en medio de un entorno paradisíaco, sobre una isla con playas de arena blanca y palmeras junto a la vecina Bali.
- 'Desastre completo' -
El circuito fue estrenado en noviembre para una carrera de Superbike, y después fue probado por los pilotos de MotoGP en febrero, pero la calidad de la superficie fue entonces criticada por algunos pilotos, que mostraron preocupación por la proyección de esquirlas y gravilla.
El vigente campeón del mundo Fabio Quartararo describió la primera curva como "un desastre completo", según la prensa.
Los organizadores se vieron obligados a comenzar un trabajo de asfaltado y pulido de urgencia.
El poseedor de los derechos deportivos, Dorna, y la federación "nos dijeron que debíamos arreglar el asfalto en algunos tramos" porque la superficie no era lo suficiente adherente, indicó Cahyadi Wanda, vicepresidente de la asociación del Gran Premio de Mandalika.
"Todos esos trabajos están ahora terminados al 100%", afirmó a la AFP.
Wikanto Arungbidoyo, un aficionado, está "ansioso por escuchar lo que los corredores dirán sobre la superficie". "Indonesia es totalmente capaz de organizar un Gran Premio aquí", estima.
El presidente indonesio Joko Widodo, también aficionado a las motos, inauguró el circuito en noviembre testándolo él mismo a lomos de una Kawasaki verde.
Este miércoles recibió en el palacio a los pilotos, que desfilaron por Yakarta ante un público enfervorecido.
Indonesia no vivía una competición grande de motos desde un GP en la capital en 1996 y 1997.
Con una población de más de 270 millones de habitantes, que se desplazan sobre todo sobre dos ruedas, Indonesia cuenta con una de las mayores comunidades de aficionados a las carreras de motos del mundo.
Prueba de ese entusiasmo, las 63.000 entradas disponibles fueron vendidas para el domingo.
El sector hotelero de la isla presume de un pleno de reservas, según Yusron Hadi, jefe de la autoridad del turismo de Lombok.
Lombok es uno de los 'diez nuevos Bali', las regiones en las que Indonesia quiere desarrollar el turismo y que cuenta con el circuito como uno de los atractivos.
Pero el sector se vio devastado por la pandemia, que llevó al archipiélago a cerrar sus puertas a los turistas durante casi dos años.
Y el proyecto dio lugar a numerosos conflictos entre los habitantes y las autoridades.
- Desahucios -
Varios poblados fueron desplazados por las buenas o incluso a la fuerza y una cuarentena de familias permanecieron bloqueadas en el centro del circuito durante los trabajos, al negarse a aceptar las indemnizaciones, consideradas demasiado escasas.
Expertos de la ONU apelaron el año pasado al gobierno indonesio y a las empresas implicadas en el proyecto "a respetar los derechos humanos" luego de las quejas por las confiscaciones de tierras y los desahucios.
Pero el gobierno del país espera crear miles de empleos y atraer a 2 millones de turistas extranjeros al año gracias al proyecto.
La isla de Lombok apenas se ha reconstruido luego de que un fuerte temblor de tierra la sacudiese en 2018, causando más de 500 fallecidos y cuantiosos daños materiales.
El riesgo de sismo sigue siendo notable, y los ecologistas muestran preocupación por los corrimientos de tierra provocados por el proyecto.
Y para la mayoría de la población las entradas para MotoGP son muy caras, tanto que muchos verán la carrera desde una colina cercana al circuito.
A.Roberts--HHA