Hamburger Anzeiger - El Banco Central de Brasil cerrará el año con nueva alza de las tasas de interés

Tras dos días de reuniones, el Comité de Política Monetaria (Copom) del banco debe anunciar el miércoles, una nueva alza de la tasa Selic, a contramano de los llamados del presidente brasileño, el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, a bajar los intereses para impulsar el crecimiento económico del gigante sudamericano.

De acuerdo con las estimaciones de más de un centenar de instituciones financieras y consultoras encuestadas por el diario económico Valor, la tasa de referencia básica avanzará 0,75 puntos porcentuales, pasando del actual 11,25% al 12% anual.

Eso demuestra una aceleración del ritmo alcista, después de una suba de 0,25 puntos en septiembre y otra de 0,50 en noviembre.

Las presiones sobre la tasa Selic se concentran en un "empeoramiento en las expectativas de inflación junto a la desvalorización de la moneda y peores indicadores fiscales", declaró a la AFP Reginaldo Nogueira, director del centro de estudios Ibmec-SP.

Todo eso "hace que el Banco Central necesite tomar una actitud más drástica", agregó.

En noviembre, la inflación acumulada en Brasil fue de 4,87% en el lapso de 12 meses, según cifras oficiales publicadas el martes, por encima de la tasa de tolerancia oficial de 4,50%.

No obstante, el indicador se ubicó en 0,39%, por debajo de la tasa de octubre (0,56%), informó el instituto de estadísticas IBGE.

Los analistas esperaban en promedio un incremento de 0,36%.

El BCB había iniciado en agosto de 2023 una progresiva reducción de la Selic, después de un año sin cambios en 13,75% como respuesta al aumento de precios después de la pandemia del covid-19.

Desde junio de 2024, cuando llegó a 10,50%, se mantuvo estable hasta el repunte de septiembre pasado.

Subir tasas implica encarecer el crédito y eso desestimula el consumo y la inversión, lo cual reduce presiones sobre los precios. Pero, al mismo tiempo, le quita dinamismo a la economía.

- "Dirección correcta" -

El Producto Interno Bruto (PIB) de la mayor economía latinoamericana registró una expansión en el tercer trimestre de 0,9% respecto al segundo y de 4% con relación al mismo período del año pasado.

Ese anuncio del crecimiento, que superó las expectativas de las instituciones financieras y el gobierno de Lula celebró como "robusto", le dio una carta al líder izquierdista contra la desconfianza de inversores sobre su capacidad para controlar la expansión del gasto público.

Además, el desempleo en Brasil registró su nivel más bajo desde 2012 en el trimestre agosto-octubre (6,2%).

A pesar de los datos sólidos del PIB y el empleo, los inversores dudan de que el plan de ajuste fiscal presentado recientemente por el ministro de Finanzas, Fernando Haddad, logre el objetivo oficial de equilibrar las cuentas públicas.

El gobierno se propuso un déficit primario cero para este año, con un margen de tolerancia de 0,25 puntos porcentuales del PIB, y confía en que va a lograrlo.

Haddad defendió el lunes unas medidas que "van en la dirección correcta" y "contienen un poco el gasto público".

"El equilibrio en las cuentas públicas es posible y factible", dijo Haddad a periodistas, llamando a "dejar atrás el clima de desconfianza".

Las críticas al plan de ajuste provocaron que el dólar superara por primera vez en la historia el umbral de los 6 reales por billete verde.

Mientras tanto, las discusiones sobre el paquete de gastos, que necesita una aprobación legislativa, no avanzan con urgencia antes de que el Congreso entre en receso, el 23 de diciembre.

Analistas estiman que una eventual incapacidad para cerrar las cuentas fiscales inyectará presión a la inflación.

Esta será la última reunión del Copom antes de que, en enero, llegue a la presidencia del BCB Gabriel Galípolo, un economista de 42 años nominado por Lula.

En su audiencia de confirmación ante el Senado en octubre, Galípolo aseguró que el presidente le garantizó una "total libertad en la toma de decisiones".

F.Fischer--HHA