El BCE recorta tasas y anticipa una política menos restrictiva
El BCE recortó este jueves su tasa de interés de referencia en 25 puntos básicos, al 3%, en respuesta a una inflación próxima a su objetivo del 2% y una previsión de crecimiento revisada a la baja para la eurozona.
El de este jueves es el cuarto recorte de tipos de interés que acomete desde junio el Banco Central Europeo, que de paso adelantó que abandonará gradualmente su política monetaria restrictiva.
"El proceso de desinflación sigue avanzando" en la eurozona aunque se acompaña de "una recuperación económica más lenta" que la proyectada en septiembre, apuntaron en un comunicado los 25 miembros del Consejo de Gobernadores, presidido por Christine Lagarde.
Con este recorte de su tasa de referencia, el BCE da un paso más en sus medidas para reducir el coste del crédito nuevo para las empresas y los hogares. Este ciclo sigue a un periodo de ajuste monetario drástico para hacer frente a una elevada inflación, relacionada con la guerra en Ucrania y la recuperación poscovid.
La mayoría de observadores apostaba por este escenario: los guardianes del euro renunciando a un recorte más importante de los tipos, de 0,5 puntos porcentuales, frente a un menor crecimiento y una ráp caída de la inflación.
Las nuevas proyecciones económicas publicadas por el BCE el jueves llevaron a la institución a rebajar sus previsiones de crecimiento para 2024 a 2026 y sus previsiones de inflación para 2024 y 2025.
Según el BCE, la inflación en 2024 alcanzará el 2,4% (antes proyectaba 2,5%), y en 2025 caerá a 2,1% y en 2026, a 1,9%.
Asimismo, la institución prevé un crecimiento del PIB de la eurozona del 0,7% en 2024, contra el 0,8% previsto anteriormente; del 1,1% en 2025 y del 1,4% en 2026.
La economía de la zona euro "pierde impulso", sostuvo la presidenta del BCE en rueda de prensa, aludiendo a la contracción del sector manufacturero y al débil crecimiento del sector servicios.
Además, "el riesgo de roces mayores en el comercio internacional podría socavar el crecimiento de la zona euro, frenando las exportaciones y debilitando la economía mundial", apuntó Lagarde.
Hasta la fecha, el BCE afirmaba que los tipos deberían seguir siendo "restrictivos durante el tiempo que fuera necesario" para que la inflación volviera a situarse en torno a su objetivo.
Pero, esta vez, la institución señaló que "con el tiempo, la desaparición gradual de los efectos de la política monetaria restrictiva debería respaldar una recuperación de la demanda interna".
La recuperación debería apoyarse "principalmente en el aumento de los salarios reales", que estimularía el consumo de los hogares, y en el "aumento de las inversiones de las empresas", según el BCE.
H.Brunner--HHA