Líder de la derecha española prepara su salida empujado por su propio partido
En la cuerda floja por la pérdida de apoyos en su partido, el líder de los conservadores españoles, Pablo Casado, decidió la noche del miércoles no presentarse a un próximo congreso de su formación que deberá elegir a su sucesor.
Casado, de 41 años, es líder del Partido Popular (PP) desde 2018 y le tocó pagar el precio de la crisis causado por su rivalidad con la presidenta del gobierno de la región de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, estrella rutilante del principal partido opositor de España.
"El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ha traslado hoy a los presidentes autonómicos de esta formación su decisión de no concurrir al próximo Congreso Nacional, que será convocado en la Junta Directiva que se celebrará el próximo martes día 1 de marzo", anunció el partido en un comunicado.
Agregó que "se ha solicitado al presidente nacional que continúe en su cargo hasta el Congreso extraordinario y urgente, que propondrá a la Junta Directiva Nacional celebrar los días 2 y 3 de abril".
Horas antes del anuncio, Casado ofreció un discurso con sabor a depedida en el Congreso de los Diputados.
"Entiendo la política desde la defensa de los más nobles principios y valores, desde el respeto a los adversarios y la entrega a los compañeros", dijo volviendo la mirada hacia sus colegas de bancada en el hemiciclo del Parlamento.
- Terremoto -
De hecho, la intervención debía servir para interpelar al presidente del gobierno, el socialista Pedro Sánchez, pero Casado se limitó a un discurso en el que defendió la trayectoria del PP y su deber de "devolver la tranquilidad a nuestros mayores, la esperanza a nuestras familias, y la ilusión a nuestros jóvenes".
"Desde la diferencia y la discrepancia política (...) le deseo en lo personal lo mejor", le respondió Pedro Sánchez, tras lo cual Pablo Casado se retiró del hemiciclo mientras era aplaudido por los diputados del PP.
El terremoto en el principal partido de oposición comenzó la semana pasada, cuando Casado se enfrentó a Isabel Díaz Ayuso, por un contrato de compra de mascarillas por el que el hermano de ésta ganó 55.000 euros.
Casado llegó a sugerir que Díaz Ayuso podría haber incurrido en tráfico de influencias y le abrió un expediente, pero apenas horas más tarde lo cerró luego de conversar con ella y considerar que había resuelto sus dudas.
Pero desde entonces, Casado ha visto como buena parte de los cabecillas del partido le retiraban su apoyo. El martes, dimitió su mano derecha, el secretario general del PP, Teodoro García Egea.
Todas las miradas para sustituirle están puestas en Alberto Núñez Feijóo, presidente de Galicia (noroeste), de 60 años, una figura moderada y crítica con los flirteos del PP con la extrema derecha.
"Necesitamos cambios, y necesitamos nuevas etapas y nuevos horizontes", dijo Feijóo el martes.
A.Baumann--HHA