El Tribunal Supremo de Pakistán examina argumentos sobre la crisis constitucional
El Tribunal Supremo de Pakistán tiene que examinar el lunes los argumentos sobre la disolución del Parlamento y la convocación de elecciones anticipadas, una estrategia que permitió al primer ministro, Imran Khan, evitar el voto de una moción de censura en su contra.
La oposición quería sacar el domingo a Khan de su cargo y tomar el poder, tras haber reunido suficientes votos para hacer perder la mayoría parlamentaria a la antigua estrella del críquet.
Pero sus planes fracasaron cuando el vicepresidente de la Asamblea Nacional, Qasim Suri, leal a Khan, se negó a llevar a cabo la votación, bajo pretexto de que se debía a una "injerencia extranjera".
Minutos después, el primer ministro apareció en la televisión para pedir la disolución de esa institución y convocar comicios anticipados.
Tanto la oposición como el gobierno recurrieron al Tribunal Supremo para que se pronuncie sobre la legalidad del proceso.
En teoría, el Tribunal Supremo es independiente pero muchas veces ha sido acusado de estar a las órdenes de las administraciones civiles o militares.
Según la Constitución, un jefe de gobierno no puede pedir la disolución de la Asamblea cuando se enfrenta a una moción de censura.
Khan, de 69 años, atraviesa su crisis política más grave desde que llegó al poder en 2018, en medio de una inflación galopante, con la rupia paquistání (la moneda nacional) debilitada y una deuda aplastante.
Desde su independencia en 1947, Pakistán tuvo cuatro golpes de Estado militares y pasó más de tres décadas gobernado por el ejército.
Ningún primer ministro de Pakistán completó jamás ha completado su mandato.
H.Graumann--HHA