Hamburger Anzeiger - Los partidos tradicionales agudizan su debacle en Francia

Los partidos tradicionales agudizan su debacle en Francia
Los partidos tradicionales agudizan su debacle en Francia

Los partidos tradicionales agudizan su debacle en Francia

Con su humillante eliminación en la elección presidencial en Francia, el partido de la derecha tradicional, Los Republicanos, se une a los socialistas para enfrentar lo inevitable: reconstruir un proyecto político viable o arriesgarse a pasar a la historia.

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El Partido Socialista (PS), liderado por la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, y LR, con la presidenta de la región parisina, Valérie Pécresse, tuvieron juntos menos del 10% de votos, el peor resultado para estas formaciones otrora en el poder.

El mandatario centrista, Emmanuel Macron, y su rival ultraderechista Marine Le Pen pasaron al balotaje con alrededor de un 28% y un 23% de votos, respectivamente, reeditando así el duelo final de la elección presidencial de 2017.

"Estamos asistiendo a una recomposición de la vida política francesa con esta nueva bipolaridad entre los centristas y la extrema derecha", indicó a la AFP el politólogo del Instituto de Ciencias Políticas de París, Gaspard Estrada, quien destacó la caída del PS y de Los Republicanos.

Si se suman sus porcentajes, el 26,37% de votos de 2017 ya supuso su peor resultado desde 2002 (36,06%), para dos formaciones que se turnaron en el poder desde la llegada de la Quinta República en 1958, hasta 2017 (a excepción de la presidencia del centrista Valéry Giscard d'Estaing, de 1974-1981).

- "Reconstruir" -

Con alrededor de un 2% de votos, los socialistas registran el peor resultado de un partido que contó con dos presidentes --François Mitterrand (1981-1995) y Hollande (2012-2017)-- desde 1958 y que, en 2012, lideraba todas las instituciones. En los anteriores comicios presidenciales, en 2017, lograron un 6,36%.

Con una campaña de bajo coste, el PS se había preparado para su caída por debajo del 5%, un umbral clave para las finanzas. Por debajo, solo se pueden recuperar hasta 800.000 euros (873.000 dólares) de las autoridades, en lugar de ocho millones de euros indemnización como máximo.

En 2017, tras varios reveses electorales, el PS tuvo que vender "Solferino", su histórica sede de París, e irse a las afueras de la capital. En febrero de 2021, responsables de la formación reconocían una "situación financiera difícil" para la actual campaña.

"La izquierda nunca fue capaz de recuperar a las clases trabajadoras, porque en lugar de realizar una especie de revolución, se quedaron como un partido de cargos y funcionarios", dijo Dominique Reynié, politólogo y antiguo diputado de derecha.

El expresidente Hollande, al que muchos responsabilizan del declive del partido por su negativa a optar a la reelección en 2017, y del éxito de Macron, un antiguo consejero y ministro suyo, ya se postuló en marzo para "reconstruir la izquierda" tras las elecciones.

"Trabajaremos para reunir a la izquierda dispersa a partir del otoño [boreal] (...) para reconstruir sus vínculos vitales de confianza con las clases trabajadoras y medias" y "encarnar una nueva esperanza", dijo Anne Hidalgo, que también busca influir.

Mientras tanto, el primer secretario del PS, Olivier Faure, pidió una "unión de izquierdas" para las legislativas del mes de junio, claves también para la supervivencia financiera de los partidos.

- "Explosión" -

A la derecha, el partido que se dice heredero de las ideas del general Charles de Gaulle y que cuenta en su historia con varios presidentes, como Georges Pompidou (1969-1974), Jacques Chirac (1995-2007) y Nicolas Sarkozy (2007-2012), registra su peor resultado, en torno al 5%.

"Este resultado es obviamente una decepción personal y colectiva", aseguró Pécresse, quien confesó que tuvo que "librar una batalla en dos frentes, entre el partido del presidente y los extremos que se unieron para dividir y vencer a la derecha republicana".

Desde la derrota de Sarkozy en 2012 y de su exprimer ministro François Fillon, que no logró pasar al balotaje con un 20% de votos, en 2017, la formación ha atravesado varias crisis, agudizadas por la marcha de dirigentes hacia Macron o hacia la ultraderecha.

La llegada al poder del mandatario liberal sacudió el tablero político francés. Los dos primeros ministros durante su mandato --Edouard Philippe y el actual Jean Castex-- abandonaron Los Republicanos para asumir el cargo, al igual que varios ministros.

Pero en una muestra de aparente unidad, LR escogió a la presidenta de la región de París como su presidenciable durante unas primarias, en la que su visión moderada y liberal se impuso a la tendencia más derechista del diputado Éric Ciotti.

Sin embargo, la situación sigue siendo delicada. Pécresse no dio consigna de voto este domingo para el balotaje, aunque dijo que personalmente votará "en conciencia" por Macron. Ciotti aseguró rápidamente que no lo apoyará.

"En 2017, vimos saltar por los aires al partido socialista y en esta votación probablemente vamos a ver la explosión de los republicanos", dijo Rémi Lefebvre, politólogo de la Universidad de Lille, a la revista política Le Grand Continent.

El partido Horizontes del exjefe de gobierno Philippe podría desempeñar un papel clave, ya que permitiría a los diputados de derecha tras las legislativas de junio unirse a una mayoría gubernamental con Macron.

E.Bekendorp--HHA