EEUU y España insisten en "respuesta dura" en caso de "agresión rusa a Ucrania"
Estados Unidos y España reiteraron que si Rusia lleva a cabo "una nueva agresión" contra Ucrania habrá una "respuesta dura", durante un encuentro este martes entre el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, y su homólogo estadounidense, Antony Blinken, en Washington.
Albares y Blinken "debatieron la importancia de coordinar acciones en apoyo a la soberanía e integridad territorial de Ucrania y reiteraron que cualquier nueva agresión rusa contra Ucrania resultaría en una respuesta dura", afirmó Ned Price, el portavoz del Departamento de Estado después de la reunión.
La crisis en Ucrania fue el tema central de la reunión después de que Rusia desplegara unos 100.000 soldados, carros y artillería en la frontera con ese país.
En declaraciones a la prensa, Albares afirmó haber trasladado "el compromiso español con nuestros aliados, con Ucrania también, con su integridad territorial y su soberanía, incluida Crimea", la península anexionada por Rusia en 2014.
"La tensión en Europa y entre los aliados y Rusia es muy grande", afirmó el ministro durante su primer viaje oficial a Washington, en un momento en el que las potencias occidentales acusan al Kremlin de preparar una invasión al país, una acusación desmentida por los rusos.
"Vamos a trabajar juntos por el diálogo, vamos a trabajar juntos por la desescalada y la distensión pero también vamos a trabajar juntos en la disuasión si fuera necesaria porque el diálogo no diera frutos como nos gustaría", dijo a los periodistas.
Unas horas después de hablar con su homólogo ruso Serguéi Lavrov y horas antes de viajar a Europa, Blinken afirmó que "en tiempos difíciles, como estos, marca una enorme diferencia tener a socios cercanos, amigos cercanos, aliados cercanos, como España".
El encuentro entre ambos jefes de la diplomacia también se centró en la próxima cumbre de la OTAN que España albergará el 29 y 30 de junio y "que va a estar evidentemente muy centrada en el concepto estratégico" de la organización, afirmó Albares a la prensa.
Esta cumbre cobra especial importancia ahora que el presidente ruso, Vladimir Putin, pone como condición para un avance en las negociaciones sobre Ucrania que la Alianza Atlántica garantice que no aceptará al país en su seno.
- América Latina -
Los dos políticos también hablaron sobre Latinoamérica, como la reciente victoria del presidente Gabriel Boric en Chile y "la triste situación en Nicaragua", donde piden la liberación de los presos políticos, afirmó Albares.
"Hemos puesto un acento especial en América Central, una región dentro de América Latina que consideramos que no tiene la atención, el apoyo y la ayuda necesaria", recalcó el ministro, quien asegura que no se mencionó a Cuba.
En cuanto a Venezuela, Albares afirma que coincide con Blinken "en impulsar el diálogo entre venezolanos" porque la solución "tiene que venir desde los propios venezolanos y hacer todo lo posible porque el diálogo entre gobierno y oposición vuelva a ser una realidad y se pueda avanzar por la senda democrática".
El gobierno venezolano condiciona la reanudación del diálogo con la oposición en México a la liberación de Alex Saab, acusado de ser un testaferro del presidente Nicolás Maduro y preso en Estados Unidos, y la "entrega" de los activos bloqueados en el extranjero.
Albares y Blinken hablaron asimismo del Sahel, una franja que atraviesa el continente africano de este a oeste y muy afectada por la pobreza, los conflictos y el crimen organizado.
Como miembros del grupo de amigos del sáhara en el seno de la ONU, ambos examinaron la situación del Sáhara Occidental, una excolonia española situada al norte de esa franja y cuya soberanía se disputan Marruecos y los independentistas saharauis del Frente Polisario, apoyados por Argelia. "Hemos acordado unir fuerzas para resolver un conflicto que ya dura demasiado", declaró el ministro.
Albares mantendrá encuentros con la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, y el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Mauricio Claver-Carone.
A.Dankwers--HHA